Sé lo que quiero
cambiar. Lo tengo claro. No estoy conforme, así como estoy hoy. Nada conforme.
Logré cosas
buenas pero que aún no me enorgullecen.
El tiempo que
mato en nada. Tantas horas de ruido, de televisión de fondo, sabiendo lo que quiero realmente.
Leer más libros.
Leer más tiempo, mi cabeza tiene barullo
a pesar de cualquier silencio.
Tengo en claro
que quiero y no hago nada para alcanzarlo.
Los sueños que logré,
dejo que se escapen de mis manos.
¿Por qué deje de
andar en bicicleta cuando era algo que me daba mucha felicidad? Podría ir de un
lado al otro.
¿Por qué no
investigo más sobre las cosas que me interesan, si me encanta investigar?
¿Por qué dije la
tremenda frase, casi condenatoria, “yo ya no soy escritora”?
Y tal vez sea verdad, porque hace muchísimo,
demasiado que no escribo, cuando ese fue siempre, el motor de mi vida. Cuando
ese fue mi máximo sueño.
¿Por qué no
salgo más? Me encanta estar al aire libre, tomar un café en cualquier lado y sacar
un cuaderno para escribir o un libro para leer.
El hambre por
conocer, por saber, por ser más… ¿Dónde quedó?
¿Y el amor? ¿Ya
no siento amor?
Siempre viví
enamorada y hoy el amor no me habita. Ningún amor.
Todo es
automático. Todo cuesta cinco siglos.
Y sueño con
viajar a Italia y a Francia pero tengo la certeza de que no voy a llegar.
Estoy detenida.
Quieta.
Una quietud
desesperante que lleva a la tristeza. A la más profunda.
Y miedo. Miedo
de dejar de ver en colores… otra vez.
Miedo de perder
sin haber intentado.
Y cada noche
antes de irme a dormir reflexiono todo lo que tendría que hacer por la mañana
para comenzar a cambiar algo, pero cuando sale el sol, la vida vuelve a su
rutina agobiante.
Y prefiero
dormir. Dormir como nunca. Cómo jamás lo hice. Tanto que hasta me produce dolor
de cabeza.
¿Y cuándo van a
cambiar las cosas?
Sólo cuando yo
pueda hacerlo.
¡No esperes más! (leer con tono de voz locutor de Sprayette) el mal está detectado, sólo queda aplicar la santa curación: una buena dosis de lectura y escritura.
ResponderEliminarYo sé que te vas a reencontrar con vos misma, con tu norte. A veces, perdernos nos ayuda a tener un mejor panorama de nosotros mismos y de dónde estamos para poder fijar bien hacia dónde queremos volar.
Recién leí esta frase de Goethe: "Todo lo que puedas hacer o soñar ponte a hacerlo. La osadía está llena de genialidad, poder y magia"
Sos más fuerte de lo que imaginás, vos podés y no dudo que todo eso que amás y soñás va a llegar.
T.Q.M.
L-