jueves, 16 de enero de 2014

Volver… con el alma marchita


¿Volver?
Tres años pasaron. Tres años de muchas cosas en el medio. De no entender o tal vez entender demasiado.
Volver.
Y su coartada, mi amiga.
El sentimiento intacto ¿Después de tres años?
Permítame dudar caballero, bah caballero. Eso es lo que vendió y no solo a mí.
Ni un mensaje. Ni un perdón. Ni un hablemos, a tiempo.
Dejó pasar tres años.
¿Qué esperaba, que yo tuviera intacto el sentimiento que pendía de un hilo y que sólo iba a crecer, con suerte, si lo alimentábamos día a día?
Sonó a chiste. A broma. Pero no.
Lo intentó.
Que merecíamos hablar. Qué pedí demasiado!!!!!! El colmo de la caradures. Si realmente tenía pensado reconquistarme, fue por el camino equivocado. Equivocadísimo!!!!!!
Odio a los hombres cobardes.
Él es cobarde en todos los sentidos. Se lo mire por dónde se lo mire.
No hay chance.
Mi respuesta fue rotunda. NI MEDIO CAFÉ!!!!!!
Y realmente ni medio café. El cosmos, Dios, la vida, el destino, como más les guste, se apiadaron de mí ser y eliminaron de mi vida lo nocivo, lo que no servía.
Mi amiga diría que en el año en el que a los que nacimos bajo el signo Libra, nos barrieron todo, esto fue lo que mejor me barrió.
¿Qué le recomiendo? Que se escuche este tanguito
 Tengo miedo del encuentro con el pasado que vuelve a enfrentarse con mi vida.
Tengo miedo de las noches que pobladas de recuerdos encadenen mi soñar.
Pero el viajero que huye tarde o temprano detiene su andar.
Y aunque el olvido que todo destruye haya matado mi vieja ilusión, guardo escondida una esperanza humilde que es toda la fortuna de mi corazón”.
 


Pero que de la esperanza, se olvide.

No hay comentarios:

Publicar un comentario